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jueves, 26 de junio de 2014

Rocío Ramos Morrison

Rocío Ramos Morrison
Mi maestra

Le pedí una entrevista, sorprendida aceptó y aquí están sus palabras.
Gracias Rocío.
Rocío Ramos Morrison
directora de Yoga & Yoga Barcelona
 
Empezamos por lo obvio... cómo llegas al yoga?
Hacía otras cosas corporales (danza, circo) y quería tener más  flexibilidad.  Empecé esporádicamente y al principio con este fin y porque me sentaba bien. Desde siempre fue algo muy familiar para mí, porque muchos estiramientos y asanas de yoga se usan en otras técnicas corporales. Tras un largo viaje, me instale en Seattle, de donde es parte de mi familia, durante 4 meses y desde una necesidad de enraizarme y de regularidad tras meses de viaje, empecé a practicar a diario con el mismo profesor. Ahí descubrí el yoga y toda su profundidad, y supe que era al yoga a lo que me quería dedicar.

¿Y de enseñar yoga a formar a profesores?  ¿Cómo fue el paso?
Fue natural. Yo estudié educación. Me gusta enseñar, ya antes de dedicarme al yoga era educadora, trabajaba con mujeres en talleres de habilitades sociales, desarrollo personal... la enseñanza es un lugar donde me he sentido siempre cómoda.

Eres licenciada en Pedagogía, concretamente en Intervención socio-educativa...
Sí, la verdad es que cuando estudié la carrera no pensé que fuera a dedicarme a eso. Elegí la carrera sin mucha reflexión, porque en mi familia “tocaba” hacer universidad tras el bachillerato.
Ahora creo que es que era  lo que tenía que ser, porque enseñar me encanta y pienso que se me da bien, me es  fácil, natural.  Siempre he sido muy observadora y curiosa. Me apasiona observar a los alumnos, sus posibilidades, sus limites, tensiones, actitud, bloqueos…  y con todo ello explorar cómo hacer llegar a cada uno lo que le quiero transmitir.  Me llena de alegría ver a los alumnos crecer a su propio ritmo, escucharles, respetarles y encontrar la manera para acompañarles.

También creo que muchas de las cosas que he ido haciendo a lo largo de mi vida (corporales y educativas en diferentes ámbitos) me han dado un bagaje y conocimiento que ahora enfoco a la práctica y a la enseñanza del yoga.

Dices “cosas corporales”?
Mi mamá era bailarina y yo bailaba desde pequeñita. Hasta la adolescencia que lo dejé unos años, ya sabes, la rebeldía y eso. Retomé con expresión corporal, danzas africanas, danza contemporánea, circo, gimnasia rítmica... siempre como hobby, nunca profesionalmente como bailarina, aunque sí como profesora. Unos años di clases de danza creativa y danza contact.

Tengo la sensación que hay muchos profesores de yoga que provienen del mundo de la danza ¿Qué explicación le das?
Supongo que hay muchas explicaciones posibles. Quizás porque ambas hatha yoga y danza, siendo muy diferentes, tienen vinculo con el cuerpo y es habitual para quien hace cosas con el cuerpo no ceñirse a una sola cosa. O quizas porque la danza es muy dura a nivel profesional, física y mental-emocionalmente, y con los años se hace notar el machaque físico, o la danza te dejó en el camino, y se van encontrando otras cosas relacionadas con el cuerpo más “amables” (danza-terapia, terapias corporales, yoga…)

Para mi fue muy orgánico, cada vez el yoga me apetecía más y bailar menos. Mi cuerpo se sentía cada vez mejor, con el yoga,  aliviado y equilibrado. Y no sólo mi cuerpo, sino toda yo!
Y ahora tienes un centro, desde Septiembre del año pasado. ¿Qué personalidad tiene? O ¿Quieres que tenga?
Mi idea es que sea un espacio donde se pueda aprender yoga con profesores de calidad. Profesores dedicados, comprometidos y apasionados con toda la profundidad del yoga. Personas que llevan el yoga a su vida, además de profesionales con formación y experiencia sólida, que les apasione enseñar.
Queremos competir con la calidad y la profesionalidad. También es importante para mí la calidad humana de los profesores y la relación personalizada con los alumnos, conocer sus lesiones, darles variaciones…
sala Yoga & Yoga Barcelona

El espacio es también para que los profesores puedan desarrollar su trabajo en la escuela. Aunque yo dirijo el centro el modelo es cooperativo. Las circunstancias han sido que me ha tocado a mí abrirlo, moverlo y empezarlo.  Mi idea no es dedicar mi vida a gestionar un centro, ni vivir del trabajo de otros profesores.
Quiero dedicar mi vida a ser practicante y profesora de yoga . La propuesta es que sea una plataforma para  desarrollarnos y cooperar, en un momento en que ser profesor de yoga es una profesión dificil y muy poco valorada. A eso nos ayuda Laura , nuestra secretaria, sin la que no podriamos dedicarnos a lo que queremos y estaríamos perdiendo el norte envueltos en papeleos y gestiones.


He leído en la web del centro algo así como “yoga para todos”... 
Sí, son clases impartidas por profesores que acaban de terminar su formación. Pensamos que estaba bien crear un espacio de yoga a precio más económico para quien tiene una situación difícil  y a la vez dar la oportunidad de comenzar a los nuevos profesores, sin que eso sea una competencia desleal para los profesores que llevan muchos años de experiencia (que es lo que esta sucediendo cada vez más)."yoga para todos", clicka para saber más

Has practicado y te has formado en estilos diferentes, anusara, iyengar, power yoga...  tus clases y la formación son de hatha vinyasa ¿cómo lo eliges?
He hecho formaciones en hatha, vinyasa y acroyoga y he practicado estilos diferentes.  Elijo hatha vinyasa porque es mi práctica principal, aunque tambien practico reconstituyente o yin yoga los días que lo necesito. La práctica que uno hace, explora y le conecta más consigo mismo es la que tiene para dar, y es la que es lógico que enseñe.

La formación de profesores como el centro ¿apuesta por la calidad?
Es una formación exigente en el buen sentido. La idea es ayudar con nuestra formación a que el standard de profesores sea más alto. Exigimos asistencia, practica regular antes y durante la formación, estudio, trabajos... como cualquier buena formación la titulación se da a quien haya superado la evaluación continua que hacemos a lo largo del curso, las pruebas y trabajos.
Por supuesto si alguien quiere profundiar en el yoga y no quiere ser profesor puede acceder al curso y no tiene tantos requisitos , aunque sí pedimos un mínimo de compromiso con la práctica, ya que el curso parte de una base de práctica y no de cero. Es un curso para profundizar y sólo se puede profundizar lo que ya se conoce, ¿no? En un año no da tiempo a empezar la práctica y a ir mucho más lejos que una introducción, por ello como curso de profundización tenemos que partir de un conocimiento previo y una práctica mínima regular.

Palabras para definir profesor ...
Hay gente que piensa “me gusta el yoga, puedo ser profesor”.  Pero son cosas muy diferentes. Es importante que nos demos cuenta de esto. Una cosa es que adores el Yoga, te encante practicar, que haya transformado tu vida y otra que tengas la capacidad, el conocimiento, las ganas y la actitud de lo que implica la transmisión y la enseñanza.
Ser profesor no es sobre ti, es sobre el alumno.  Hay que estar presente para el alumno, rebuscar en tus conocimientos, tu práctica, tus estudios, cómo puede beneficiar algo a esta persona, cómo puedes adaptarlo, comunicarlo y acompañarle.
El profesor lo que recibe y le llena es ver crecer al otro, pero para verlo hay que estar presente con él, tener curiosidad, paciencia y generosidad.  Es como plantar una huerta, es algo que siento muy similar a muchos niveles. Cuando ves cómo los alumnos se van transformando física, metal y emocionalmente, superando barreras y creyendo más en si mismos... ese es el regalo que te llevas. Los frutos son para él y para el mundo, tú te llevas el regalo de haber sido testigo del crecimiento y transformación y la felicidad de haber aportado para ello.

Además un profesor necesita capacidad de observar... uno puede saber mucho y prácticar mucho yoga, pero si no es capaz de ver a la persona que tiene delante, lo que le está sucediendo corporal, emocional y energéticamente, no vas a poder transmitir ningún conocimiento que le sirva.

Y por supuesto un buen profesor necesita una buena base de práctica y de estudio muy sólida. Cuanto más conocimiento en todas las facetas de Yoga  más recursos y herramientas vas a tener.

La dedicación a la práctica es imprescindible, pero no sirve solo con eso. Si adoras la práctica de yoga, practica yoga.  Si te apasiona la práctica y te encanta enseñar, practica y enseña.

Maestro...
Para mí, lo que le da el peso al maestro es la solidez. Un maestro es  la madurez de un buen profesor. La solidez aparece cuando la práctica de yoga y de conciencia y crecimiento personal dan sus frutos en ti  mismo, en tus relaciones y en tu vida,  la madurez aparece cuando con tu presencia y estar transmites el Yoga.
Hay un peso en la gente que lleva 30-40 años dedicados a la práctica, no sólo te lo transmiten con lo las palabras que te dice, sino con su presencia... bueno no tengo que explicártelo  tú lo has vivido con Danilo.  Danilo Hernández  habló de la filosofía del Yoga en el centro Yoga & Yoga en Diciembre del 2013 y yo asistí por esto me interpela.
 
¿Qué hace Rocío para estar centrada? Y no vale responder “practico yoga”, eso ya lo sabemos...
No tengo fórmulas, el recurso principal es tener mi espacio de práctica. Sentarse, parar, estar con uno mismo, ir a la esencia, la fuente, lo que le quieras llamar.  Sentarse a escuchar y desde ahí escoger las técnicas para lo que necesitas.  Darte lo que necesitas con las herramientas que te aporta el yoga (kriyas-ejercicios de limpieza, asanas-posturas corporales, pranayama-ejercicios de respiración y energía, meditación)
Y luego, mi recurso dos, es irme a la huerta o salir a hacer caminatas por el campo-bosque. Después de horas de ordenador y gestión de la escuela necesito salir de la mente y meter las manos en la tierra o dejarme limpiar por la naturaleza. Por eso vivo fuera de Barcelona, para poder hacer a menudo mi “segunda práctica”.

Rocío, quieres añadir algo...
Veo que tienes por ahí en los papeles una pregunta sobre las becas que no me has hecho...

Eso, las becas...
Hay gente que tiene un compromiso con la practica pero su situación económica actual no le permite pagarse una formación.  Las becas son del 50% y se “pagan” con trabajo . Una opción es que puedas aportar algo a la escuela, por ejemplo, eres traductor y puedes traducir al inglés la pagina web. Si no hay nada especifico .. damos la opción de trabajar en una ONG 40 horas y que ésta nos lo certifique.
No queremos abaratar precios porque eso implica que entonces los profesores no tienen un sueldo digno y a la larga se desvaloriza el yoga.  Además nuestra experiencia es que si damos algo sin un intercambio, las personas dejan de valorar lo que reciben.
Es el equilibrio que hemos encontrado para que la gente sin recursos pueda acceder a una formación si esta realmente implicado con la práctica y, a la vez, no entrar en la “guerra” de precios que sólo desvaloriza nuestra profesión cada día más.

Creo que nada más... muchas gracias, Anna!

                                       
Rocío, un placer y un honor poder aprender de ti. Tus palabras “todo está bien” y “tienes una voz” fueron frases de poder en días de transformación.


1 comentario:

  1. Qué bueno poder, a través tuyo, volver a escuchar a Rocío con su sencillez, su calidez y esos principios que se reflejan en todo lo que hace. Me encanta leerte y encontrarlas a vos y a Rocío juntas. Gracias! Juana

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