armonizar y limpiar espacios con Flores de Bach

Hoy vamos a preparar un spray para armonizar, limpiar y purificar espacios.

fotografía de Sergi Regàs

Pienso en colegas terapeutas que después de una sesión de trabajo se sienten afectados porque la vivencia  del cliente conectó con “sus temas dolorosos”. Otras veces no es tan evidente pero nos duele la cabeza, estamos dispersos, agotados o tenemos una sensación de vacío. Es posible que energéticamente nos perdamos en el otro.

Médicos, abogados, profesores, coaches, psicólogos, asistentes sociales... Pulverizar con la composición que yo llamo “tú eres tú, yo soy yo” nos facilitará estar en nosotros, más enraizados y conectados. Y estoy segura que el nuevo cliente agradecerá que el espacio y el profesional esté libre, fresco y disponible cuando inicie su consulta.

Esencias florales a utilizar:    

holly (acebo), walnut (nogal) y crab apple (manzano silvestre).

Para que el sentido del olfato también tenga su parte y seguro ayudará a nuestro objetivo podemos utilizar un aceite esencial que nos guste o el que tengamos en casa. Yo me decantaría por aromas que suelen agradar más o menos a todos y que no llamen demasiado la atención, por ejemplo lavandín que asociamos con la serenidad o limón que refresca, favorece el sentido del humor y el bienestar.

A la misma composición podríamos llamarla “paz y amor”, dado que sembraremos  buen rollo y serenidad. Si pensamos en este nombre ampliamos el espectro de aplicación... por ejemplo la usaríamos en ambientes donde suele haber crispación, negociaciones y situaciones en las que fácilmente se llega al enfado como en reuniones familiares complicadas, niños que se pelean por los juguetes, oficinas de atención al público...

Elaboración:

¿qué necesito?

-las Flores de Bach y el aceite esencial elegido.

-bote spray de plástico o vidrio.

-alcohol

-agua o hidrolato

Si utilizamos un envase de plástico podremos rellenarlo pero siempre con la misma composición. Las esencias florales trabajan a nivel vibracional y no podemos eliminarlas completamente. Si es de cristal será suficiente con hervirlo 10 minutos para reutilizarlo con nuevas esencias.

En un envase de 100 ml ponemos dos cucharadas de alcohol y añadimos los aceites esenciales y las flores, agitamos para que se mezclen bien. Entre 8-10 gotas de aceite esencial, muy a gusto del consumidor. Si queremos que sea evidente que estamos perfumando el espacio podemos duplicarlo. En cuanto a las Flores de Bach 5-7 gotas de cada esencia. Añadiremos hidrolato o agua y volvemos a agitar. ¡Listo para probar!

Si el envase es de 250 ml pondremos más aceite esencial pero en cuanto a las flores, no duplicaremos, nos quedaremos en 9 –11 gotas.

Aconsejo siempre etiquetar indicando los aceites esenciales y flores utilizadas, incluso poner el uso que le queramos dar, por ejemplo: para cuando estoy dispers@, para los ambientes cargados, o una frase de poder que nos conecte con nuestra intención al elaborar el spray.

A partir de esta base podemos experimentar. Os doy algunas ideas para casos concretos y cómo véis me permito ponerles nombres a las composiciones según su objetivo.

“poder estudio”

Si necesito estar bien despiert@, concentrad@ y productiv@. Para trabajar y/o estudiar. 

Las tres indicadas: holly, walnut, crab apple + clematis (clemátide) y hornbeam (hojarazo).

Elijo romero que estimula la memoria.

“mascotas”

Para los espacios donde hay mascotas.

Repetimos holly, walnut, crab apple + red chestnut (castaño rojo) y centaury (centáurea)

Sin duda, árbol de té por su acción antimicrobiana, por estimular el sistema inmune y su perfume. 

Veréis que elijo un aceite esencial, tengo en cuenta sus propiedades pero está en segundo plano en el criterio para elaborar la composición. Se pueden mezclar aceites esenciales, por supuesto, pero tendríamos que consultar con expertos en aromaterapia. Mi terreno son las Flores de Bach y es en ellas en las que confío el trabajo a realizar en la armonización del espacio. 

¿Alguna pregunta?